La exposición abierta en la Casa de la Cultura ofrece la colección completa de fotografías realizadas en Ponferrada por la Casa de Postales Artigot de Zaragoza en la década de los 50, adquiridas recientemente por el Ayuntamiento, así como una relación de documentos y objetos de dicha década.

Ponferrada era conocida como ciudad del dólar en la década de los 50, tras un vertiginoso proceso de expansión económica basada en la minería, electricidad y transporte. El desarrollo de la ciudad será rápido y espectacular. Con un crecimiento del 375% a lo largo de la década, se convirtió en la primera ciudad de España en crecimiento demográfico. Si en 1950 tenía 16.877 habitantes, en 1960 alcanzó los 29.222. El proceso de industrialización hizo que la llegada de inmigrantes a Ponferrada, procedentes de los pueblos del Bierzo y de las provincias limítrofes, fuera extraordinaria. En 1950 el 58,3% de la población había nacido fuera del municipio.

Las novelas El año del wolfram de Raúl Guerra Garrido y El merendero de la señora Oliva de Eduardo Fra Molinero, reflejan la historia de Ponferrada en esos años. Una ciudad dividida en dos barrios, alto y bajo; dos mundos que representan lo viejo y lo nuevo, tradición y modernidad. Mientras la ciudad antigua pierde dinamismo –con el comercio en declive y dedicada únicamente a funciones políticas, administrativas y a escenario de las fiestas religiosas–, la Puebla se convierte en el centro bullicioso de la nueva población, formada en su mayoría por trabajadores y comerciantes. Se abren cines y teatros, salas de fiestas, cafeterías y modernos comercios. Es la década de la Sala de Fiestas Casablanca (en el solar del antiguo Suleyca) y del Cincuentenario de la Coronación de la Virgen de la Encina como patrona del Bierzo. Una ciudad donde las pasiones entre lo divino y lo humano no son ajenas al resto del país.

Con motivo del Cincuentenario de la Coronación de la Virgen de la Encina como patrona del Bierzo, una gran procesión recorre la ciudad desde la plaza de la Encina hasta la plaza de Lazúrtegui, durante las fiestas patronales de 1958. Llegado el cortejo procesional a la plaza del Ayuntamiento, fue proclamada de nuevo “con toda solemnidad y regio rito", imponiendo a la Virgen las Medallas de Oro de la Ciudad y Provincia. Después se dio lectura al Decreto por el que se declaró al Santuario de Ntra. Sra. de la Encina, Basílica Menor.

Ese año, la Virgen peregrinó por los pueblos del Bierzo y La Cabrera como patrona. La tradición de asistir los alcaldes del Bierzo, con sus bastones de mando, a la procesión del día grande de las fiestas, arranca al año siguiente y en 1960, comienza Bembibre a realizar la ofrenda anual a la Virgen de la Encina (después Cacabelos, Toreno, etc), con una lista confeccionada desde el ayuntamiento con las poblaciones consideradas más importantes, que posteriormente se cambiaría por el orden alfabético. La procesión se repitió al año siguiente con el mismo recorrido, dejándose de hacer en ediciones sucesivas por excesivamente larga y quedando hasta la actualidad por las calles de la parte alta de la ciudad. También se presentó una copia del Pendón de Lanzas de Ponferrada, cuyo original se guarda en el museo del Ejército.

El Ayuntamiento de Ponferrada adquirió en 2017 el fondo de postales de Casa Artigot, que consta de 129 negativos de celuloide, 11 negativos de cristal, 48 diapositivas (3 de ellas panorámicas) y 130 fotografías de las postales que posteriormente editó sobre la ciudad. A esta colección se suman 16 negativos de las fiestas de La Encina de 1958.