EL OBSERVADOR PARCIAL | Esta semana ha sido la de las gripes consistoriales. Doña Gloria estaba afónica dependiendo del día que se tratase: para su comisión de Hacienda afonía absoluta, para el acto de Nuevas Tecnologías organizado por el periodista online intergaláctico, fonía fetén y fotos, y para el Pleno súbita recaída.

Por su parte el señor Muñoz también tenía un trancazo importante en el Pleno de ayer. No sabemos si se lo habrá contagiado doña Gloria, mas nos extraña pues nos dice nuestro amigo que entre ambos es patente que corre el aire de manera huracanada.

Y en el Pleno de ayer quedó claro el nivel barriobajero de muchos de nuestros munícipes. Fue un duelo entre mentirosos y sinvergüenzas, queremos decir con acusaciones de ser lo uno o lo otro dependiendo de quien se trate, aunque nuestro hostelero no ve incompatibilidad alguna para reunir ambas condiciones. Nuestros concejales, cual hampones de la peor calaña, nos dieron un ejemplo de mala educación, ante la completa lasitud de doña Gloria. Ya queda menos.

Ayer se aprobaron por fin las obras que se realizarán (o no) con cargo a la pasta que sobraba del año 2017. En una interpretación cada vez menos memorable nuestra Alcaldesa nos decía que ella sólo pensaba en obras beneficiosas para la ciudadanía, sin tener en cuenta quién las propone. La realidad es que sin micrófonos habla de “nuestras obras”, “las de Tanque” o “la rotonda de Tarsicio”. Es pura comedia. Si acaso podríamos excluir de esa interpretación la rotonda de Tarsicio pues cierto es que es un empeño personal del señor Tarsicio, que le beneficia especialmente a él y a sus vecinos, y ello aún cuando los servicios técnicos aseguran que no se podrá hacer. 

También quedó claro ayer, con disculpas incluidas del PP, que doña Gloria excluyó del acuerdo al que había llegado con el PSOE, todas las obras propuestas por éste para dejar únicamente las que había propuesto el equipo de gobierno. Si no quedaba claro que doña Gloria no es de fiar, ahí tienen un ejemplo clarísimo de honestidad negociadora. Pero es que, según reconocieron el propio señor Miranda y doña Gloria, ni siquiera se lo comunicaron previamente al aspirante a político. Y doña Rosa se extrañaba que el PSOE se abstuviera. Lo extraño es que no votara en contra con el mayor de los estrépitos. Por cierto, a doña Rosa, que sacó un poco la lengua a pasear hablando de políticas rancias del PSOE Y PP, le volvieron a recordar lo de su generoso salario, al que no nos consta que haya renunciado.

Una estrategia que empieza a repetirse es que nuestro exregidor le echa en cara al señor Muñoz una nefasta gestión en el Ayuntamiento de Toreno. No sabe con quién se está jugando los cuartos. Sin entrar en la veracidad de esa afirmación, esos ataques se pagan muy caros y, si no, al tiempo. Entre mentirosos y sinvergüenzas (si hacemos caso de las mutuas acusaciones que se dedicaron en el día de ayer) anda el juego. Por cierto, el señor Muñoz advirtió al concejal Macías que se le iba a quitar más pronto que tarde la sonrisa de la cara. En fin, muy bronco todo.

Y saben lo mejor, o tal vez lo peor de todo: que ayer se vertió tanta porquería verbal para que se aprobaran los tres puntos del orden del día sin un solo voto en contra. Eso debería hacerles reflexionar a todos. Sus cuitas, fobias o filias personales los retrata muy bien.

Y ya para finalizar: nos dice nuestro hostelero que doña Gloria ya ha recibido al motorista portador de la mala nueva (para ella, no para la ciudad) de su despido procedente como cabeza de lista en las próximas elecciones municipales. Se destapa la caja de los truenos, salvo que la confortabilidad de algún asiento pucelano lo evite.