Según ha explicado Fernández Liñares será “una norma moderna y adaptada  a los requerimientos de una sociedad avanzada. Para su elaboración se han tomado como base la Directiva Marco del Agua, que contempla la obligación jurídica para todos los Estados Miembros de lograr una buena calidad de las masas de agua para 2015, y las exigencias del cambio climático”.

La propuesta de proyecto se  compone de una Memoria que recoge las  principales líneas de actuación para una correcta gestión hídrica de los  recursos de la demarcación, de la Normativa con las directrices de obligado  cumplimiento para lograr los objetivos propuestos, y de 12 Anexos que  completan y puntualizan la información.

Un proceso participativo

Desde Confederación Hidrográfica se pretende que el Plan ‘sea el resultado de un proceso dinámico caracterizado por la participación de toda la sociedad.’ Desde hoy y hasta el próximo 15 de junio todos los interesados  podrán consultar el documento en las oficinas de este Organismo de cuenca  y en la página web www.chminosil.es, y enviar sus alegaciones, comentarios  y sugerencias.  El presidente ha hecho un llamamiento a la participación y ha afirmado que  “todas las alegaciones serán tenidas en cuenta, revisadas por los técnicos de esta administración hídrica y, en la medida de los posible, se incluirán en el nuevo Plan Hidrológico que sustituirá al redactado en 1998, conocido como Plan Norte I”.

Previo a la propuesta de proyecto se han realizado estudios técnicos, entre los que destacan los de diagnóstico de las deficiencias de las masas de agua  de la demarcación,  a partir de los cuales se han establecido una serie de objetivos y un programa de medidas, básicas y complementarias, para poder alcanzarlos. “Se trata – como ha comentado el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica- de 1.491 actuaciones agrupadas en más de 1.032  medidas, cuya ejecución supondrá una inversión de 897.386.289,41millones  de euros. Son, principalmente, actuaciones de abastecimiento y saneamiento  que debieran llevar a cabo las diferentes administraciones públicas para  lograr, bien la mejora de la calidad de las masas de agua o, donde corresponda, intentar que su estado sea óptimo’.