La Ponferradina peina el mercado desde hace semanas para encontrar un técnico de su agrado al que encomendar el nuevo proyecto para recuperar una plaza en Segunda División. Y ya suenan los primeros nombres.

En los mentideros futbolísticos se habla del supuesto interés del club blanquiazul por dos entrenadores jóvenes pero con una acreditada trayectoria a sus espaldas. Se trata Lluís Planagumà, que la temporada recién finalizada dirigió al UCAM Murcia, y Borja Jiménez, que clasificó en la quinta posición del grupo de la Deportiva al Rápido de Bouzas, que llegaba desde Tercera.

Nacido hace 32 años en Ávila, Jiménez se formó en el fútbol base de la ciudad, y en la temporada 13/14 llegó al primer equipo del Ávila, con el que conquistó la segunda plaza en Tercera y disputó la fase de ascenso. Un año más tarde recaló en el Valladolid B y antes de llegar al Rápido de Bouzas entrenó al Izarra, al que logró salvar del descenso.

Lluís Planagumà Ramos, de 37 años, se formó como entrenador en la cantera del Espanyol, dirigiendo equipos de todas las categorías inferiores. Ocupó el banquillo del filial del Pubilla Casas y del primer equipo de la Gramenet antes de recalar en diciembre de 2011 en la cantera del Villarreal. Regresó al Espanyol en 2014 y en 2016 entrenó al Granada B. Tras la destitución de Paco Jémez en el primer equipo debutó como entrenador en Primera División en el partido Granada-Leganés. La temporada recién finalizada dirigió al UCAM Murcia, séptimo en el grupo IV de Segunda B.