PEDRO BLANCO | Me dicen cuatro o cinco lectores, reconocidos por ser de la familia, que van a dejar de leerme porque me estoy "ablandando". Que antes daba gusto porque daba "cera" y eso, por novedad en el resto de la prensa, hacía más interesante la lectura...

Bueno, todo se andará, pero yo les indico que cuando menos reconozcan las diferencias entre esta temporada y como mínimo las dos anteriores, donde éramos el hazmerreir del grupo y nadie se daba por enterado. Es cierto que hay que mejorar en el juego, algo que con un poco más de tiempo es posible que lo veamos, sobre todo en El Toralín. Fuera ya no me preocupa tanto la imagen como hacerlo bonito. Me estoy acordando en este momento de las críticas que está recibiendo Valverde, el técnico del Barça, porque dicen que ha rebajado el nivel de juego del equipo con respecto a años anteriores... Y eso se lo dicen siendo líder e imbatido. El muchacho se tiene que esconder para que no escuchen sus carcajadas.

Pues a Bolo le pasa algo parecido. Y reconoce, porque es cierto, que lo pueden hacer mejor y de hecho nos asegura que así será con un poco de paciencia. Y por ello le regalo más elogios que coces, puesto que hasta ahora mejor que él y sus jugadores no lo lo ha hecho nadie. Ni en resultados ni en juego.

Y como tampoco se trata de deshacerse en elogios también diré que otros aficionados, contentos con la marcha del equipo, me sugieren que en su opinión ganar es importante, quizás lo más importante en fútbol, pero que ven algún que otro error de bulto, como fue el gol del empate del Fabril, donde yendo por delante en el marcador se descuidó la zona defensiva y se le dio alas al rival. Error de principiantes que a buen seguro habrán estudiado esta semana en el vestuario para que no vuelva a producirse.

Y el domingo a refrendar lo hecho. Llega lo que antes se denominaba una bestia negra de la Deportiva. Sin ir más lejos la temporada pasada nos endilgó un 2-0 en la jornada inaugural en su terreno y de nuevo en Ponferrada nos dejó casi helados allá por enero de este año con un 1-3 que no obstante yo califiqué al equipo madrileño como un once de medio pelo, ya que fueron errores garrafales de Jon García y del meta quien les abrió la puerta del triunfo, amén claro está del desaguisado que realizó el amigo Terrazas.

Pero al igual que la Deportiva ha cambiado para bien esta temporada, también el Sanse lleva un buen camino. Está imbatido y es el más goleador del grupo con ocho dianas. No obstante su defensa es de las que más ha encajado, seis goles. Y parece, por lo que ha hecho en estas cuatro jornadas, es peligroso en sus salidas, lo cual debe poner sobre aviso a los hombres de Bolo. Estos números señalan que es un equipo que no se cierra atrás y su punto fuerte está de medios hacia adelante. En teoría un rival difícil.

Por parte local en este momento no sé como andará de sus problemas físicos el defensa Ríos Reina, un puntal en su demarcación y que no tiene repuesto. De hecho el pasado domingo tuvo que jugar por el lado izquierdo de la defensa Isi, que sin estar mal del todo no es lo mismo. Si se recupera es lógico que vuelva a contar con los de siempre, aunque Trigueros lo hizo bien en Abegondo. Lo que sí me preocupa, y no es solo por este partido, es el juego de los centrocampistas. No acaba de dar con la tecla el míster y eso que todavía hay dos jugadores que no han debutado como son Villa y Joaquín, precisamente hombres que suelen jugar en esa demarcación. Algo habrá que hacer para que a los Sielva y Saúl, dos jugadores de corte defensivo y que son inamovibles se les una alguno con más criterio atacante. Porque al contar solo con un delantero nato como es Yuri, alguien tiene que sumar arriba, siendo Carnicer quien aportó gol el pasado domingo pero sin ser precisamente un hombre de área. Quiero decir que los del medio campo tienen que rematar algo más para que no sea tan rácano el equipo en esta tarea. No tengo estadísticas sobre los remates que ha realizado el equipo en estos cuatro partidos, pero no creo que superen los tres dígitos en cada uno.

Horario más normal, las seis de la tarde, aunque puede que siga siendo calurosa la tarde. Y estoy expectante para ver si la buena marcha del equipo se traduce en el retorno de algunos aficionados que se fueron descolgando jornada tras jornada en las dos pasadas temporadas. Fue laborioso ver casi llenas las gradas en las épocas de vacas gordas, y será igualmente dificultoso el retorno de muchos de los desencantados. Lo repito una vez más, depende del equipo que eso se consiga.