El MASS, principal beneficiario de la reforma electoral del Consejo Imprimir
Lunes 26 de Noviembre de 2007 05:08

Una reforma del sistema de elección de los consejeros comarcales que utilizase fórmulas similares a las aplicadas en Aragón o Cataluña tendría como principal beneficiario al MASS, que se convertiría en imprescindible tanto para el PSOE como para el PP si pretendieran gobernar el Consejo.  El análisis de siete escenarios diferentes, en función del sistema elegido y del número de representantes, arroja resultados concluyentes: en todos los casos, la formación dirigida por Ángel Escuredo tendría la llave de la mayoría, tomando como base de las proyecciones sus apoyos en las elecciones locales del pasado mayo.

Es sobradamente conocido que el PP aspira a reformar el sistema de elección de los consejeros comarcales antes de que finalice el mandato actual, empeño imposible en el anterior. La luna de miel de los populares con los socialistas que dirigen el Consejo podría hacer crisis más temprano que tarde si no se produce un acuerdo en torno a esta modificación. Convocatoria tras convocatoria, el PP obtiene más sufragios que el PSOE en la comarca, pero eso nunca se ha traducido en la asunción del gobierno del Consejo.

Dos son los modelos que han manejado los expertos para su posible exportación al Bierzo: el aragonés y el catalán. El primero es simple, se trata de aplicar la Ley D’Hondt a los votos obtenidos por cada formación política en cada una de las circunscripciones. La fórmula empleada en Cataluña es algo más compleja: se aplican 2/3 de los escaños según el número de votos y 1/3 sobre los concejales obtenidos por cada fuerza política en la circunscripción; a la cantidad resultante (en porcentajes) se le aplica la ley D’Hondt.

Pues bien, efectuadas las proyecciones sobre el resultado de las municipales de 2007 (como se puede apreciar con mayor claridad en los cuadros), no hay lugar a dudas: el MASS sería el principal beneficiario. Con el sistema de Aragón, considerando El Bierzo circunscripción única y sin exigir un porcentaje mínimo de votos, el PP habría logrado 22 escaños, por 20 del PSOE, 5 del MASS, 2 de IU y 1 del PB. Si se fijase un porcentaje del 5% como en los comicios locales, los populares llegarían a los 23 escaños, y desaparecía el PB. IU alcanza muy raspado ese porcentaje mínimo.

Con el modelo catalán, que mezcla escaños y votos para asignar escaños, PP y PSOE empatarían a 21 consejeros, por 5 del MASS, 2 de IU y 1 del PB. Al igual que en la simulación anterior, si se exige el cinco por ciento mínimo, el escaño bercianista iría a parar a los populares. En cualquier caso, los de Escuredo seguirían siendo imprescindibles para conformar mayorías.

La reducción del número de consejeros a 37 ó 25, dos de las hipótesis manejadas en su día por la Junta en sus negociaciones con los partidos, supondría seguramente un ahorro pero dejaría igual la situación política. El MASS seguiría siendo necesario para gobernar en cualquiera de los cuatro escenarios analizados (ver cuadro 2). De cualquier manera, las extrapolaciones parten de los resultados de 2007, comicios a los que los de Escuredo acudieron en coalición con la UPL. Claro que, sensu contrario, una gran coalición del MASS con los bercianistas, por ejemplo, podría suplir una eventual pérdida de votos tras la ruptura con los leonesistas, o incluso multiplicar su fuerza.

PROYECCIÓN DE RESULTADOS

(Cuadro 1)

 CuadroCuadro

(Cuadro 2)                      
 CuadroCuadro

 

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