Por Franca Galera

Mi última metedura de pata ha sido olímpica, como correspondía  a esas fechas.  Pasé unos días vacacionales en el alfoz de  León entre aficionados al tenis, jugaba Rafa Nadal y me incorporé  a la reunión en torno a la tele. Como mi amiga del alma, Carola, me había dado un curso acelerado sobre la teoría del tenis, creí llegado el momento de ponerme a prueba. ¿Quién gana?, pregunté. Rafa, me respondieron a coro. ¿Cuánto?, respondí con aire de ir sobrada. Treinta cero, respondió de nuevo el coro de aficionados.  Embalada como estaba, reconozco que por un instante me abandonó la prudencia y rematé diciendo: ¡jo,  que palizón!.  La carcajada general que dió continuación a mis palabras,   me hizo constatar que mis conocimientos tenísticos tenían serias lagunas.

Y fíjense por donde, en torno a la red, ese aparejo que sirve para cazar o pescar, pude pescar unas confidencias muy interesantes. Las fuentes muy fiables, como corresponden a compañeros de prácticas deportivas. El tema, la situación de los socialistas ponferradinos, más concretamente su grupo municipal. Parece ser qué, Antonio,  el baranda berciano, trató de cambiar el Paco que será secretario general de los socialistas leoneses. Hizo mucha política de pasillos para impulsar la candidatura de otro Paco, el subdelegado del gobierno. Esfuerzo estéril. Paco, el auténtico, que ya está ejerciendo como líder provincial, llamó a Antonio para que interviniera en el acoso con que Riesco estaba sometiendo al grupo socialista a cuenta de su estatus jurídico. La respuesta de Antonio fue muy liviana, a entender de Paco. Se limitó a unas lacónicas declaraciones en un semanario comarcal.

Además, Paco el auténtico, en el ejercicio de su liderazgo, llamó a Riesco, para mostrarle su disconformidad por la retirada de la dedicación exclusiva del grupo socialista. Ante la negativa de Riesco, a reponer la situación; analizó con el grupo socialista de León, la posibilidad de retirar a los populares leoneses, una de las dos dedicaciones que tiene su grupo. Cuestión que no descarta, una vez sea secretario general de manera formal. La cosa empieza a ponerse interesante. Prometo seguir informándoles, amables lectores.