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Jueves 29 de Enero de 2009 03:42 |
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Las tan comentadas oposiciones para cubrir cuarenta plazas de auxiliares administrativos de la Diputación —conocidas como de los 40 de Ayete, ¿recuerdan?— amenazan con terminar como el rosario de la aurora. Resulta que al final hay más indios que caballos, más promesas de colocación que aprobados, y más aprobados que puestos de trabajo disponibles. Así que los pasillos del Palacio de los Guzmanes son un hervidero en el que se mezclan los llantos con los gritos, y las advertencias de recursos e impugnaciones, que podrían tirar por tierra todo el proceso, con las peticiones de audiencia al mismísimo Juan Vicente Herrera para enseñarle ciertos "papeles" que demostrarían los compromisos adquiridos por "alguien" con mucha mano en el Partido Popular leonés.
Entre los damnificados por el resultado final de las oposiciones bajo sospecha se encuentran una de las administrativas que prestan sus servicios como personal de confianza en el grupo socialista de la Diputación, conocida como La Zarzamora (ahora puede que tenga motivos para hacer honor al mote), que ha superado la prueba final pero se queda sin plaza, y la esposa de un destacado edil de un municipio importante, que tras lograr en el primer ejercicio 38 puntos sobre 40 posibles, equivalente a un 9,5 de nota, y hacer una segunda vuelta discreta, resulta que en la tercera y definitiva pinchó. Pero no son las únicas, pregunten en el Palacio rebautizado en su día con sabia ironía por Pedro Trapiello como de los Gañanes. |
