Con el desconocimiento que les caracteriza (tampoco es de extrañar en una comunidad bastante artificial como ésta de Castilla y León) las agencias vallisoletanas han anunciado este miércoles que la Junta ha autorizado la declaración como 'mineral natural' del agua procedente del sondeo con la denominación ‘Valle Escondido’, situado en el término municipal de Arganda (León). Sonaba raro, la verdad, para cualquiera que aprobase la geografía autonómica aunque fuera en febrero. Y más extraño aún que medios leoneses hayan reproducido sin la manor duda tamaño disparate, sin reparar en que en toda la provincia no hay ninguna Arganda, ni del Rey ni de la Reina. Así que lo mejor era irse a la fuente, no de agua sino de información: el  BOCyL, donde también hay erratas, pero los funcionarios suelen conocer como mínimo de oídas los municipios de la comunidad. Y efectivamente, era Arganza.

La autorización de la declaración de la condición de «mineral natural» del agua procedente de pozo perforado en una finca propiedad del naturista Manuel Fernández, stuada en el término municipal de Arganza, en el paraje denominado Prado Xusto, está condicionada al tratamiento de separación del arsénico mediante aire enriquecido con ozono antes de su comercialización, según recoge en su edición de hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). La declaración está avalada por los informes favorables tanto del Instituto Geológico y Minero de España como de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria y la Dirección General de Energía y Minas.

Así que a Arganza lo suyo, y  a la berciana Arganza lo que le corresponde. Y a los medios castellano y leoneses que han incurrido en el gazapo, un buen libro de Geografía y tal vez una antología de don Antonio Machado ("Castilla miserable/ ayer dominadora/envuelta en sus andrajos/desprecia cuanto ignora", ¿les suena?). Por cierto, a ver cuánto tardan en salir de su error.