La concejala de USE Bierzo, miembro del grupo que no tuvo escrúpulos en apoyarse en un condenado por acoso sexual para acceder al gobierno municipal, no protestó cuando los presupuestos municipales de 2015 consignaron la plaza de "limpiadora".

La coherencia, ya hemos tenido sobradas ocasiones de comprobarlo, no forma parte del código político de USE Bierzo. La metedura de pata del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada convocando una plaza de limpiadora —corregida de inmediato— ha sido ácidamente criticada por la edil Isabel Baílez, la misma que tuvo que dejar el PSOE en 2013 después de que la dirección federal desautorizase el pacto con Ismael Álvarez que hizo alcalde a Samuel Folgueral.

Pero más allá de este episodio, que sería más que suficiente para guardar un prudente silencio, la incoherencia de la ahora concejala de USE se pone de manifiesto con su propia actuación como integrante del equipo de gobierno que incluyó en los presupuestos municipales de 2015 (partidas 342.16 y 342.17) la dotación de dos plazas de limpiadora. Así como suena, nada de personal de limpieza ni limpiador/a.

Probablemente de aquellos polvos vengan estos lodos, al haberse arrastrado el error de la denominación de la plaza llegado el momento de elaborar y publicar la convocatoria. ¿No advirtió entonces ese error Isabel Baílez, miembro del equipo de gobierno que elaboró aquellos presupuestos, aprobados gracias al viaje de una concejala del PP? ¿O sí lo advirtió y lo dejó pasar?

Fuese como fuese, parece que sobran los aspavientos y el ejercicio de rasgarse las vestiduras con grandilocuentes apelaciones a "la concepción de las responsabilidades políticas de mantener los estereotipos, cuando un trabajo no debe tener sexo", calificativos como "vergonzoso" o reproches al actual equipo de gobierno por estar "anclado en una época trasnochada". Más que nada, porque se le podrían aplicar a ella misma.