Para los que nos hemos educado sentimentalmente con la novela y el cine negros, a la frase del atildado consejero dirigida al inquilino de Brians le falta el glamur de la rotundidad. O sea, un par de tacos. Formulada correctamente sería algo así como: "Yo soy la puta Administración de los cojones, joder".

Sin embargo, Juan Carlos Suárez-Quiñones (al parecer juez en una vida anterior y ahora instalador de cámaras de video) se limitó a pronunciar un melifluo "Yo soy la Administración". Lo que no le ha eximido, sino todo lo contrario, de titulares como Los chanchullos del consejero de Fomento de Castilla y León con Ulibarri. O este otro, mucho más concreto y hasta pedestre: El consejero Suárez-Quiñones ofreció por teléfono una carretera en León al empresario José Luis Ulibarri. Pero bueno, si se quieren enterar bien de lo que va el asunto lean el decano o vean los informativos de esa tele privada financiada por todos. Y es que La televisión de Ulibarri ha recibido 176 millones de dinero público desde 2010.

El inquilino de Brians deberá continuar una temporada más, que nos barruntamos larga, en el mismo hotel

Otro que tiene lo suyo es el alcalde de la capital de esa provincia a la que pertenece la comarca (o lo que sea) por más que le pese a Tarsicio. En este caso, los titulares coinciden en lo sustancial: El alcalde de León filtraba información privilegiada de contratación a Ulibarri. Ahora resulta que el múltiple imputado y doble quebrado no estaba en el cumpleaños de un amigo como en nuestra ingenuidad pensamos al ver por primera vez aquella célebre foto, sino en el de un empleado al que además considera —según el lenguaraz patatero– un tonto útil. Y lo de útil debería tomarlo como elogio, porque ya es más de lo que se puede decir de muchos políticos actuales. Tomen nota de Raúl Valcarce, ese sí que es útil para cualquier recado. Y si alguno se le cruzaba al capo, ya saben eso de Ulibarri a sus periodistas: pon en el punto de mira a 'Juanito de Valderrama'.

Así las cosas, ni siquiera los populares más acérrimos se espantan porque (no por qué, señora alcaldesa) Podemos pide que Silván y Quiñones dimitan tras grabaciones con Ulibarri. Dicho sea de paso, nos cuentan que al inquilino de Brians le acaba de desestimar su recurso la Audiencia Provincial de Barcelona y deberá continuar una temporada más, que nos barruntamos larga, en el mismo hotel. Así que nos podemos ir a dormir con tranquilidad, que mañana toca hablar de los mejores presupuestos del mundo mundial. O de ese negocio a medias que, según presumía también el lenguaraz patatero, tiene su jefe con FCC en Ponferrada. Ahora se explican muchas cosas.

Un ruego para terminar. A ver si paran un poco, que así no hay puta manera de descansar ni en agosto, joder.