[MIRADAS] Allí no nos ve nadie Imprimir
Sábado 11 de Agosto de 2018 00:03

EL OBSERVADOR PARCIAL | Nos dice nuestro hostelero de referencia que el manual de comportamiento de los políticos mínimamente consecuentes llevaría a que un regidor o regidora que lleva unos presupuestos a Pleno sin conseguir aprobarlos y que la misma semana se hace público que, presuntamente, se reunía clandestina y repetidamente con un empresario ahora encarcelado preventivamente por un grave caso de corrupción, se fuera a su casa.

Pero ese manual doña Gloria no lo conoce. Doña Gloria el día que explicaron en Barrio Sésamo lo de dentro y fuera (dentro de un restaurante en el que no los ve nadie o fuera con luz y taquígrafos) parece ser que también se lo perdió.

Y si doña Gloria se fuera, ¿quién asumiría las riendas? En ese equipo de gobierno no hay nadie que pueda asumir la Alcaldía con un mínimo de garantías y probablemente tampoco habrá quien esté libre de pecado, por acción u omisión, para tirar la primera piedra. Y para aprobar una moción de censura, ¿quién quiere gobernar con las huestes de Folgueral? Uno de sus concejales ya ha declarado como investigado en la causa del Mundial y él mismo lo hará en el mes de septiembre. Eso y su más que dudosa gestión al frente del bienio privatizador lo convierten en una compañía desagradable. Para todos menos para doña Gloria, que los eligió como aliados, al parecer poco fiables, para aprobar el presupuesto de 2018. ¡Que pase el tiempo pronto, por Dios, que otra no nos queda!.

El surrealista Pleno de Presupuestos del pasado martes nos ha dejado bastante claro algunas cosas: que las concejalas de Ciudadanos anunciaron que no acudirían y acudieron, y votaron en contra de unos presupuestos que, efectivamente, en parte fueron elaborados por ellas mismas. También quedó claro que el aliado que buscó doña Gloria para aprobar sus cuentas fue Folgueral y que la compensación de los salarios indebidamente percibidos por el bipartito ha estado en el centro de la polémica. Doña Gloria dice ahora que tendrán que devolver hasta el último chavo y el tío Sam dice que prevaricaría si hiciera eso. Un culebrón que tal vez se aclare algún día. Sobre este particular se sonríe nuestro amigo cuando dice que no parecía ponerse colorao el cogobernador apoyando unos presupuestos que bendecían el indulto salarial al bipartito. ¡Con lo que había dicho, al menos en privado!

La que sale reforzada nuevamente es doña Amparo Vidal: en el Pleno de presupuestos el aspirante a político ponía en valor su labor como interlocutora y en las conversaciones de la Enredadera aparece como la persona que frena las pretensiones de los empresarios investigados. Bueno, alejarse de doña Gloria ya era un gesto que decía mucho de ella misma.

Y ya para finalizar, ¿de qué hablaría doña Gloria con el dueño del Diario Decano en ese lugar en el que nadie los vería? ¿Hablarían de la adversa climatología, de la mala racha de la Deportiva, del cuello de botella del Manzanal, del castillete del Plantío, de los  balcones engalanados? Veremos si tienen a bien contárnoslo.

 

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