[LA OVEJA NEGRA] El paraíso del capitalismo de amiguetes Imprimir
Miércoles 05 de Septiembre de 2018 00:03

GERMÁN VALCÁRCEL | El pleno celebrado el pasado viernes, a instancias del PSOE, PeC (el camuflaje de IU) y Cs en el Ayuntamiento de Ponferrada, con el supuesto objetivo de aclarar las vergonzosas conversaciones y serviles connivencias mantenidas con el empresario José Luis Ulibarri, actualmente encarcelado, por la Alcaldesa de Ponferrada y varios concejales del Consistorio, ha tenido la virtud de mostrar los límites de nuestra supuesta democracia.

Lo ocurrido en el salón de plenos del Ayuntamiento ponferradino causa vergüenza e indignación y fue la mejor explicación a la colonización que esa asociación para delinquir –no lo digo yo, lo han dicho los jueces– que es el PP, hace de las instituciones castellano leonesas (la administración son ellos, el exjuez y consejero autonómico Suárez Quiñones dixit), incluido el Consistorio ponferradino.

También sirvió para mostrar la incompetencia dialéctica y la carencia de argumentos de los portavoces del PSOE y PeC, y de paso hacer saltar la fina capa de pintura, supuestamente izquierdista, con la que tunean lo que no es más que la necesaria disidencia controlada de una forma mafiosa de ejercer la acción política institucional.

De don Miguel Ángel Fernández, portavoz de PeC, exconsejero y exmiembro de la Comisión Ejecutiva de la quebrada Caja España (algún día debería explicar a la ciudadanía cuáles eran sus méritos, su experiencia en el sector financiero y su cualificación para acceder a tan altas responsabilidades ejecutivas, seguramente empezaríamos a entender por qué dicha caja terminó en la quiebra), no sorprende, ya tiene trayectoria política e institucional suficientemente acreditada para constatar que cuando llega el momento de enfrentarse a la corrupta derecha siempre se reblandece –vayan a las actas municipales del periodo 1995 al 1999, cuando también fue concejal–, y su verborrea pseudoizquierdista queda en simple verborrea.

De don Olegario Ramón se esperaba bastante más, en su primera gran cita institucional como líder de la oposición. Encorsetado, titubeante, preso de la "corrección política", dejó pasar la única oportunidad que va a tener, antes de las elecciones, de demostrar que realmente está capacitado para llevar a cabo la regeneración democrática que necesita un Consistorio podrido hasta los tuétanos, pero sobre todo dejó dudas sobre si ya ha sido devorado por los métodos y mecanismos del "sistema", y sobre su disposición para hacer frente a situaciones que exigen, por decencia democrática, pedir, al menos, la dimisión de personas que no solo no dieron respuestas a su indecente proceder, sino que se permitieron el lujo de ningunearle y vacilarle: la cínica intervención de la alcaldesa, agradeciendo lo bien que todos se habían portado y el inicio del segundo parlamento del primer teniente alcalde, Ricardo Miranda, deberían hacerle reflexionar sobre su papel y preguntarse si los ciudadanos ponferradinos están tan "agradecidos y absortos" con su intervención como doña Gloria y don Ricardo.

Me queda una duda sobre la actuación del portavoz socialista, no sé si su intervención estuvo mediatizada por el temor. Temor sustentado en sus conocimientos jurídicos que le hacen colegir que, en el sumario de la operación Enredadera, hay poca sustancia penal, más allá de la antijuricidad de muchas actuaciones, y sospeche que el señor Ulibarri, o sus sucesores (su familia sigue controlando el inmenso poder mediático que atesora, y ya sabemos cómo lo utilizan) y amigos, pueden tomar cumplida venganza de todo aquel que exija responsabilidades a los sicarios y mamporreros políticos del propietario de la TV autonómica y del diario de mayor difusión de la provincia. Si esa es la explicación, recordarle que el Salón de Plenos no es el juzgado, allí solo se piden responsabilidades políticas y no fue capaz de exigirlas con la contundencia que la ocasión requería.

Lo que ocurre en esta ciudad, en esta comarca, es consecuencia de un pacto de silencio

La otra firmante de la petición del pleno extraordinario, la portavoz de Cs, Rosa Luna, curiosamente, fue la más incisiva en sus preguntas. Posiblemente, una vez asumido que su breve carrera política tiene pronta fecha de caducidad, se encuentra liberada de las servidumbres y temores que, en su afán de perpetuarse en las instituciones, tienen los otros portavoces. Doña Rosa con su intervención consiguió sacar de sus casillas a la alcaldesa y mostrar ante todos que el único criterio que, al margen de su cinismo, tiene la alcaldesa (hay que tener cara para decir que ella se reúne, ¿en secreto?, con todos los que se lo piden, o que no ha concedido ningún contrato al jefe de la trama, casi cuatro años ha tenido para dejar de regalarle más de un millón de euros anuales), a la hora de gobernar y tomar decisiones, son sus filias y sus fobias, sustentadas en su autoritarismo. Por si quedaba alguna duda, la elección de la sustituta de la portavoz de Cs, al frente del IMFE, la retrata mejor que lo que yo pueda decir.

El anciano ayatolá bercianista, Tarsicio Carballo, mostró, sin ningún pudor, para quien realmente trabaja. Su petición de responsabilidades a PSOE y Cs es una grotesca maniobra de distracción, le permite contentar a esa parte de votos prestados que le llegaron de las guerras internas del PP. Imagino que el señor Carballo tendrá personas que le quieran y le digan que su tiempo ya pasó.

Del exalcalde Folgueral, al que la Justicia ya tiene en el punto de mira (está investigado –antes imputado– por decisión de la jueza que instruye la causa abierta por la gestión del Mundial de Ciclismo), poco nuevo se puede decir, de su cinismo y capacidad de mentir sin ningún pudor ya han quedado suficientes pruebas en estos últimos años. Su impudicia, falsedad política y su lenguaje de madera –"operadores económicos y sociales", es su nueva aportación al metalenguaje político y a la no verdad–, son, también, suficientemente conocidos. Esperemos que los jueces, ya que no lo hace la podrida sociedad ponferradina, lo alejen de las instituciones. Esta ciudad saldrá ganando mucho.

Don Pedro Muñoz, portavoz de la otra facción bercianista, con su gran sentido del espectáculo (siempre ha demostrado manejarse espléndidamente en este aspecto) y haciendo una sobreactuada defensa del valor de la amistad, nos mostró hasta qué punto esta es la tierra donde todos quieren tener un millón de amigos y así ser más fuerte para poder caciquear. En su encendida declaración sobre su vieja amistad con el nuevo vecino de Brians se le olvidó decir que, en sus tiempos de alcalde de Toreno, ese ayuntamiento concedió, por ejemplo, la construcción de una residencia de ancianos a la empresa Begar, propiedad de su viejo amigo José Ulibarri Cormenzana, la misma que dejó en la ruina a decenas de pequeños empresarios y autónomos bercianos, a los que, ahora, él ofrece una política basada en el Bien Común, vamos avanzando.

La intervención del señor Muñoz nos demostró que lo que realmente hace funcionar, económica y políticamente, esta comarca es la amistad. Aunque él puede llegar a suponer que, cegados por la ira, algunos seguimos añadiendo leña a "la causa general contra el entorno" del "jefe de la trama conocida por el nombre de Enredadera".

Lo ocurrido en el pleno extraordinario explica, también, que todo lo que lleva ocurriendo en esta ciudad, en esta comarca, durante los últimos veinticinco años, es consecuencia del pacto de silencio en el que participan la clase política, los principales medios de comunicación, la clase empresarial y todos esos clientes, "intelectuales" incluidos, que temen perder los privilegios que sólo su pertenencia a unas redes clientelares, sustentadas por los partidos políticos que colonizan las instituciones, no su talento, ni su cualificación profesional ni su esfuerzo, les ha otorgado. En definitiva, estamos en manos de piratas de lo público y nosotros somos sus prisioneros.

Queda claro que la casta empresarial berciana es muy singular y sus fortunas –Martínez Núñez, Victorino Alonso, el propio Ulibarri, etc.– se forjaron bajo la sombra y protección del Estado que a lo largo de la reciente historia les hizo ricos de todas las formas posibles.

Constatado queda que el capitalismo de amiguetes carece de ideología.

 

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