EL OBSERVADOR PARCIAL | La semana empezó con el fin de fiestas. Ya ni la oposición, salvando al guardador de las esencias del bercianismo, se preocupó de criticarlas. Doña Mari, a la que en el pueblo de Fuentesnuevas  denominan la Alcaldesa, las calificó de buenísimas.

La edil, reconvertida a cañonera que castiga la portería del equipo de las balompedistas célibes de nuestra capital, es un ejemplo de estricto seguimiento de las normas, particularmente en lo que se refiere a las urbanísticas. Por cierto, nos dice nuestro hostelero que si la administración  no persigue una ilegalidad urbanística, podría cometer algún ilícito penal. ¿Y quién es el responsable de ese área en nuestro Consistorio?, pues el hombre que habla con Ulibarri o con sus socios, sí, ese mismo, ese aspirante a director general al que don Eduardo califica de "atontao". O podría ser que se esté haciendo el tonto. Bueno, ya tendremos noticias al respecto.

Esta semana hemos asistido una vez más a la comedia minera. Unos y otros saben que a las centrales térmicas  les quedan dos telediarios, cuatro a las más afortunadas, entre las que no se encuentra Compostilla. El cierre de Compostilla se conoce desde hace tiempo. Se acordó en Italia hace bastante  más de un año y la empresa ya tiene amortizados los costes que significará su desmantelamiento. Lo saben todos pero interpretan una obra de teatro, en la que, una vez más, doña Gloria ha querido ser la actriz principal. La Alcaldesa del Bierzo se desplazó a Madrid, en unión de otros Alcaldes, para interpretar una función más de esa gran obra  titulada "el exterminador del Bierzo". Decía el Alcalde de Balboa, predicando en el desierto, que menos llorar y más ponerse a trabajar desde aquí, exigiendo a todo el mundo pero empezando a trabajar desde aquí. Si quieren seguir negando que la minería no es el futuro, ni siquiera el presente (ya no hay ni mineros ni minas en el Bierzo), cada vez se lo ponen más fácil a los competidores naturales de nuestra comarca, que hace tiempo que están haciendo los deberes. Un ejemplo de esta ceguera es que la señora Gancedo iba a ser nuestra concejal de Nuevas Tecnologías, ¡pásmense! Es decir, esta alternativa de desarrollo les importa a nuestros gobernantes locales una mierda.

Ahora viene doña Gloria con aquello de que la oposición no puede vetar las obras que se pueden hacer con los remanentes. Tampoco está mal, nos dice nuestro hostelero, lo de pagar las deudas (dice él que el que paga descansa y el que cobra más), pero nuestra simpar mandataria lo fía todo a un repertorio de inversiones que están pensadas para salvar el mandato en los últimos seis meses. Entre esas obras va la rotonda de Fuentesnuevas, esa que ya iba en el Presupuesto de 2016, en la Modificación de Créditos que se hizo por más de un millón de euros, en el Proyecto de Presupuestos 2018 y no descartamos que se mencione también en la tesis doctoral de Pedro Sánchez. Y se acabará el mandato y seguirán sin rotonda en Fuentesnuevas.  Es normal, pues doña Gloria no puede estar en todo. Bastante tiene con salvar la minería del carbón o mejorar el transporte ferroviario. Para esas otras menudencias ya tiene ese equipo de tecnócratas de trayectoria acreditada que tiene como concejales.

Y ya para finalizar, el empresario encarcelado en la operación Enredadera ya está en libertad. A ver si se ponen ahora todos tan chulitos como las pasadas semanas. Que tengan cuidado con el móvil. Con esto don Samuel no tiene problemas, pues es más partidario del cara a cara en sus charlas con los operadores sociales. Por cierto, nos dice nuestro hostelero que los representantes de los trabajadores del TUP son más amigos del socio menos pudiente cuyo altruismo pusieron de manifiesto con vehemencia en su encuentro con los portavoces municipales.