[LA OVEJA NEGRA] La política no es lugar para gente honrada Imprimir
Viernes 05 de Octubre de 2018 00:11

GERMÁN VALCÁRCEL | El pasado viernes asistimos, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Ponferrada, a uno de esos repugnantes ejercicios de cinismo político que suscitan la desafección y el cabreo de las buenas gentes, y el final de una ilusión para aquellos que, todavía, confían en las instituciones del Estado como la mejor forma –no es mi caso– de administrar los intereses colectivos.

Si todos esos que siguen creyendo en la política institucional pensaron, en algún momento, que  el Ayuntamiento de nuestra ciudad se podía regenerar mínimamente, el portavoz del PSOE, Olegario Ramón, con su decisión de participar en un pacto tan rastrero y falto de ética como el que se visualizó en el salón de plenos, trasmitió, tal vez sin pretenderlo, un mensaje claro: pierdan toda esperanza.

El caldo para cocinar semejante bazofia lo elaboró la señora Alcaldesa, doña Gloria Merayo, con su soberbia, su autoritarismo, su concepción patrimonialista del poder, con su ninguneo a la oposición y su estulticia. ¿Puede alguien entender que, enrabietada, ejerciendo de batasuna de pacotilla, exija que conste en acta que acepta su derrota "por imperativo legal"? Doña Gloria cree que ser la máxima responsable municipal la convierte en la dueña del cortijo, como tal se comporta con sus compañeros de gobierno, con sus adversarios políticos, con los funcionarios municipales y con los ciudadanos que no le ríen las gracias.

Aunque el intrigante y manipulador muñidor del engendro, el portavoz de PeC –el disfraz de IU– y exconsejero de la quebrada Caja España, señor Fernández, sostenga que aquello fue "hacer política" –lo que él entiende por hacer política: conspirar, manipular, engañar, mentir, jamás elaborar una propuesta que sirva para mejorar la vida de los ciudadanos–, lo ocurrido no fue más que un miserable, rastrero y falto de ética ajuste de cuentas entre los miembros del Consistorio ponferradino. Los ciudadanos les importamos muy poco, nada, somos simplemente carne electoral.

Rastrero porque, con ese pacto, no se pretendía defender los intereses de las gentes de esta ciudad, se trataba de ridiculizar y ningunear a la alcaldesa; por eso el oscurantismo –quebrado por este digital, con su primicia cuarenta horas antes del pleno– con que se llevaron a cabo las negociaciones. ¿Para cuándo los presupuestos participativos –era la ocasión– señores Ramón y Fernández? Este ultimo los lleva en sus programas electorales desde el 2007, seguramente volverán a servir para rellenar el próximo programa electoral.

El pacto se sustenta en una absoluta falta de ética. Es difícil sostener que, siendo miembro don Olegario Ramón, y presidente de una comisión de investigación el señor Fernández, cuyos resultados llevaron ambos al fiscal, imagino porque observaron posibles delitos, pacten con el investigado, ahora no ya por ellos sino por un juzgado. En el señor Fernández no sorprende, de su falta de escrúpulos y de su mendacidad a la hora de ejercer la acción política sobran pruebas en su ya larguísima trayectoria política. Del señor Ramón, francamente, se esperaba otra forma de ejercer la acción política.

A la gente sin escrúpulos ni ética hay que desenmascararlos, no pactar con ellos

Es conocido, en algunos círculos políticos de la ciudad, que el portavoz de PeC llevaba cierto tiempo haciéndole luz de gas y tratando de engatusar al señor Ramón, con la posibilidad de una moción de censura, hasta ahora el portavoz socialista, con buen criterio, se había negado a participar de los acostumbrados trapicheos del señor Fernández y había sido indiferente a cualquier tipo de componenda con el exalcalde. Como en la actualidad ya no era posible la moción de censura, el exconsejero Fernández le ha colocado este pacto. Un pacto en el cual el portavoz socialista ha sido un mero comparsa, ya que la autoría "intelectual" partió del portavoz de PeC (en la sede de IU se realizaron dos de las tres reuniones que se mantuvieron para cerrar el pacto) y el desarrollo técnico y económico de las obras del listado alternativo lo llevó a cabo el despacho profesional de Samuel Folgueral, que cuenta con los medios necesarios.

El portavoz de PeC ha logrado, por fin, la pieza que buscaba para dar lustre a su ego: ningunear, desprestigiar y dejar con el trasero al aire al Secretario General del PSOE local; debilitar electoralmente al nominado candidato socialista y con los próximos pactos postelectorales encauzados, trabajo hecho para su ya designado, por su dedo, sucesor (si termina siendo cierto que abandona el ayuntamiento), todo de una tacada.

Ahora el portavoz socialista carece de autoridad moral para no aceptar el acceso a la Alcaldía con los votos del señor Folgueral, si por casualidad llegara a darse esa cada vez más lejana posibilidad; seguramente la torpeza y la debilidad política en la que el pacto "puntual" le ha dejado se la harán pagar con creces. Es lo que ocurre cuando se minusvalora la capacidad de manipulación del exconsejero de Caja España.

La ingenuidad a veces es atenuante, pero estando en la posición del señor Ramón no sirve para justificar su grave error, sobre todo cuando conocía, sobradamente, con quienes iba de la mano. Considerar sinónimos de inteligencia política la manipulación, el engaño, la mentira y la falta de escrúpulos tiene gravísimas consecuencias sociales y políticas: ayuda a perpetuar en las instituciones y en la vida política a personajes de dudosa catadura. A la gente sin escrúpulos ni ética hay que desenmascararlos, no pactar con ellos, sino la acción política siempre será ese territorio sin ley donde psicópatas, gentes sin ética ni alma campan a sus anchas.

Para el exalcalde Samuel Folgueral el pacto ha sido un regalo de Reyes adelantado; posiblemente una de las mejores noticias que ha recibido en los últimos cuatro años: le da aire, pone en valor a su grupo político y le abre la senda a futuros pactos, incluso a su posible vuelta al PSOE. Cuando llegue junio, si los juzgados no lo impiden, cobrará la factura, con los correspondientes intereses, y será cara, carísima, al tiempo.

Del resto de participantes, meramente instrumentales en el pacto, "Las Ciudadanas" con su carrera política casi finiquitada, salvo milagro, solo pretendían sumar socios que, en el futuro inmediato, ayuden a mantener hasta las elecciones la dedicación parcial de casi dos mil euros brutos mensuales que cobra su portavoz, veremos si lo logran.

Del ayatolá bercianista poco que decir, estoy convencido que, después de este episodio, los ciudadanos ponferradinos mandarán, de una vez por todas, a su casa a este personaje y se dejarán de bobadas. La abstención es una digna opción política, mucho más que hacer el majadero con el voto, aunque no dejo de reconocer que, como método para reventar el régimen, es una opción nada desdeñable: inundar las instituciones de ayatolás; en Cataluña lo están haciendo.

A pesar del brutal desmentido que la realidad hace de sus continuas falacias, los representantes políticos de los ciudadanos ponferradinos continuarán, de aquí a las elecciones, remasticando esa narrativa para besugos, ese "serrín, masticado además previamente por miles de bocas" del que Franz Kafka nos habló en Carta al padre.

 

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