[TRIBUNA] La transición a la importación no ecológica Imprimir
Jueves 15 de Noviembre de 2018 09:46

UGT CASTILLA Y LEÓN | Desde principios del año 2018 existe un repunte en las importaciones de energía mediante las conexiones internacionales que existen con nuestro país vecino, Francia.

Mientras las importaciones de energía aumentan sin pausa, aquí en nuestro territorio estamos abocando al cierre a las centrales térmicas, que actualmente generan alrededor del 20% del mix energético nacional. Para alcanzar esos niveles importamos en torno a 19 millones de toneladas de carbón, frente a la ínfima cantidad usada de carbón autóctono.
En España se extraen entre 2 y 3 millones de toneladas de carbón al año, nuestro único combustible fósil, un carbón autóctono que se encuentra cercano a las centrales térmicas. Desde el punto de vista medioambiental y de reducción de emisiones, el carbón autóctono expulsa a la atmósfera el 1,9% del CO2 generado en toda España.

Mientras nosotros disfrutamos en nuestros hogares y empresas de la electricidad, tan necesaria, y más en los próximos meses, el carbón que importamos está recorriendo miles de kilómetros, ya que la mayoría proviene de países como Colombia, Indonesia y Suráfrica transportado en buques de carga. El choque mental se produce al contrastar los datos y observar que la cantidad de gases tóxicos emitidos por el transporte marítimo causan 60.000 muertes al año, siendo equivalente a las emisiones de millones de vehículos.

Hace solo unas semanas se firmó el acuerdo del carbón entre Gobierno, patronal y sindicatos buscando la última y la única opción para los pocos trabajadores del sector, agarrándose a la mejor salida antes de irse sin nada, y poder establecer las bases de la búsqueda de un próspero futuro para las cuencas mineras. Por el momento la misma cantidad de carbón se seguirá importando y almacenándose en los hangares de Gijón, junto a nuestras costas.

La continua sangría en los empleos del Régimen Especial Minero y de sus auxiliares (y lo que nos queda por vivir) deja ecos en las cuencas con una desgarradora despoblación, pero a su vez vemos cómo aumenta la cantidad de energía importada de Francia. El Gobierno quiere primar solo el nuevo parque de vehículos eléctricos, pero hay que planear de dónde va a provenir esa electricidad para millones de vehículos.

Al mismo tiempo Francia centra su mix energético en la energía nuclear, un 70% del total, factor que les hace primer productor de energía neta de Europa. Recientemente se publicaba la noticia de la compra por parte de EDF (Electricidad de Francia) de nuevos terrenos junto a sus actuales centrales nucleares, posiblemente para la instalación de nuevos reactores de tercera generación. Todo ello con miras a aumentar la exportación de su energía, con un precio inferior al de los países vecinos, la cual al pasar los Pirineos y llegar a nuestro país es adquirida por las comercializadoras a un precio inferior del que pagamos los consumidores españoles. Mientras en Castilla y León se desmantelará Garoña y el Valle de Tobalina será nominado al galardón ecologista.

Tenemos la oportunidad de mantener un variado mix energético gracias a las reservas de carbón autóctono, que es un 50% más barato que el internacional y nos permitiría levantar una caída de tensión si hubiera algún problema con la generación nacional y el suministro internacional.
Estamos acatando medidas que reducen nuestras emisiones de gases y sin embargo aumentamos las emisiones internacionales del transporte del carbón que importamos y acrecentamos la creación de residuos nucleares.
Los próximos meses estaremos mirando al cielo, deseando que sea un invierno con mañanas soleadas, tardes ventosas y con noches lluviosas, para que nuestras energías renovables estén a pleno rendimiento.

 

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