[PALESTRA] En el buen camino Imprimir
Lunes 15 de Abril de 2019 09:15

PEDRO BLANCO | Después de muchas jornadas la Deportiva ha vuelto a entrar dentro del play off de ascenso. Con apuros, eso sí, pero ahora depende de lo que hagan sus jugadores para mantenerse en esa posición o incluso superarla de aquí al final de Liga.

Lo de los apuros va por dos caminos. El primero lo han tenido que recorrer los jugadores de Bolo este último mes gracias a un cambio de mentalidad del grupo. Esa que echó en falta su entrenador en la primera parte del encuentro ante el Navalcarnero y los casi seis mil espectadores del Toralín. Andando no se le gana a nadie y un equipo como el último visitante, metido ya de lleno en el pozo del descenso, tuteó a los de Bolo e incluso pudo ponerse por delante en el marcador. No quiero meter a todos en el mismo cesto porque Isi volvió a demostrar su capacidad de trabajo y luego hasta su empeño en lograr el primer gol. Hoy por hoy es el jugador indiscutible y por ello los aficionados volvieron a ovacionarle al ser cambiado. En este punto cuando menos Bolo fue muy explícito en la rueda de prensa al finalizar el choque. "La primera parte sin ser mala, no he quedado contento como se ha jugado. Faltó intensidad".

La bronca tuvo que ser importante porque el equipo fue otro en la segunda mitad. A excepción del susto que nos dio el guardameta Manu, cuando sin venir a cuento cogió con las manos un balón que parecía que le habían cedido sus compañeros a tres metros de la portería, poniendo el corazón a cien a la mayoría de los aficionados, la diferencia entre los dos equipos se hizo evidente y se consiguió el triunfo que en principio y a expensas de los resultados posteriores podrían poner al equipo en un lugar de honor.

Y ese es el otro camino al que me refiero. El que recorren el resto de equipos con aspiraciones. Una jornada más los resultados han sido propicios para asentarse en un lugar privilegiado. El pinchazo de la Cultural, que pudo ser bastante peor, nos daba paso y la derrota del Castilla todavía mejoraba la posición. No todo fue color de rosa, porque At. Madrid y Pontevedra ganaban fuera y el líder aseguraba su puesto en su terreno. No siempre será así aunque ya he comentado que hay enfrentamientos directos que nos pueden beneficiar.

Volviendo al partido del sábado recordarles a entrenador y jugadores que si en la primera parte la grada estuvo callada la culpa la tuvieron ellos, porque en cuanto dieron algún destello de fútbol y pusieron lo que hay que poner los aficionados les llevaron en volandas. ¿Lo entienden?

Al descanso, con el empate todavía en el marcador, los comentarios en el bar eran francamente negativos. Que con ese fútbol no se podía aspirar a la fase de ascenso y que si se entraba sería hacer el ridículo. En fútbol se cambia muy rápidamente de opinión según y como vaya el marcador. Y eso volvió a ponerse de manifiesto al término del partido, satisfechos con la holgada victoria y con los minutos finales que dejaron buen sabor de boca.

Otra cuestión que no quedó muy aclarada por parte del entrenador fue la tarjeta mostrada a Larrea, el hombre que desde que llegó ha asentado el juego del equipo en la medular. No se entendió en el campo que el jugador con su actitud casi obligara al colegiado a mostrarle la cartulina amarilla, que supone un partido de sanción al ser la quinta del primer ciclo.

Particularmente me pareció que la buscaba exprofeso para no jugar en Valladolid por sentir molestias en ese momento y quedar "limpio" de cara al resto de competición. Pero parece que no fue ese el motivo porque Bolo no lo aclaró. Siendo un jugador tan importante y jugando el próximo sábado en un campo tan complicado tres puntos que pueden ser decisivos me parece absurda esa auto eliminación.

Y para terminar no quiero dejar en el tintero o en el ordenador para ser más exactos un tema que no se si el Consejo de Administración lo tuvo en cuenta. Este partido ante el Navalcarnero fue dirigido por un colegiado gallego y para ser más exactos de Pontevedra. Ya saben aquello de que la mujer del César no solo debe de ser honrada sino también parecerlo... Y los que designan a los trencillas lo debieran tener en cuenta porque los de la villa del Lérez se están jugando las lentejas con los bercianos y cualquier decisión "rara" que se pueda dar en el transcurso del choque, como es el caso de la falta al portero, que ni mucho menos era tan clara, pudo encender la mecha de la sospecha. ¿No había otro colegiado que aún siendo gallego no pudiera dar lugar a malos pensamientos?

 

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