PEDRO BLANCO | Todos lo tenemos claro. El que firma esto, el entrenador, los jugadores, el Consejo de Administración y los aficionados. Todos sabemos que ganar en Valladolid este sábado es poner pie y medio en la fase de ascenso.

Pero se puede perder y es posible que también se consiga. Todo puede suceder en las cinco jornadas que restan para finalizar la Liga regular. Lo que digo es que estamos llegando al final y ahora cualquier tropiezo puede que no tenga arreglo. Porque hablar de tropiezos esta temporada nos daría para completar la crónica. Digamos que los más significativos pudiéramos enumerarlos comenzando allá por noviembre en el terreno del Navalcarnero, luego el empate en el Baltasar Pujalte ante el colista Rápido de Bouzas y lo culminó la derrota en Las Palmas. Siete puntazos ante equipos de la cola que son los que más se echan a faltar.

Por eso me voy a referir un día más a lo que comentaba Bolo en su comparecencia semanal ante la visita a Pucela. "No hay excusas  ni por las ausencias ni por el terreno de juego de hierba artificial ". Se refería a que no va a contar con el centrocampista Larrea, por sanción ni con Yuri, al que no quiere hacerle competir en ese tipo de terreno. Añadió que espera que su equipo salga desde el comienzo a por el partido, sin esa especie de relajamiento que tuvo ante el Navalcarnero en la primera parte.

Va a estar otra vez arropado por una numerosa representación de aficionados bercianos y hasta podría darse el caso que fueran más numerosos que los locales. A todo esto los anexos del José Zorrilla casi nunca han sido propicios para la Ponferradina. Por unas causas o por otras siempre ha costado arrancar puntos de allí. No se cómo estará a estas alturas de la competición el Promesas vallisoletano, teniendo en cuenta que en El Toralín "palmó" de forma rotunda por 5-0.

No está libre todavía del peligro que supone el descenso. Hay otros equipos en peor posición y con peor calendario lo cual no supone que ante los bercianos no se vaya a jugar la vida para consolidar la permanencia. La temporada pasada los dos choques terminaron en tablas. Y en cuanto a la calidad que puedan tener sus jugadores si nos guiamos por los que hayan ascendido al primer equipo tampoco esta temporada han tenido muchas oportunidades si exceptuamos a Waldo, que lleva jugados tres partidos con el primer equipo y que estuvo en la alineación del filial cuando se enfrentaron a la Deportiva en la primera vuelta. Parece que puede notarse su ausencia porque era su delantero más incisivo.

No obstante si la Ponferradina sale dispuesta a ganar y no tiene por qué ser de otra manera, los puntos deben venir para este lado del Manzanal. La dinámica es la mejor que podría tener el equipo, al margen de su buen comienzo de campaña y sabedores los jugadores que este es el momento crucial para dar el paso adelante. Luego solo quedarán cuatro partidos para culminar la remontada.

La alineación no creo que tenga muchos cambios, salvo el obligado de Larrea, que todavía no ha habido una explicación sobre su tarjeta del sábado pasado. Con la incógnita que supone la incorporación de los dos nuevos jugadores y su acoplamiento, que tendrá que evaluar el entrenador, lo normal es que Saúl sea el sustituto en el medio campo y podría volver Trigueros al centro de la defensa. No parece que haya más cambios.