En las filas de los populares bercianos, hasta ahora mayoritariamente alineados con Isabel Carrasco, ha caído como una bomba la rebelión de la “clase media” de la dirección provincial, que contaría con respaldos tan importantes como el del consejero Antonio Silván o Javier García Prieto, y la inhibición del propio Juan Vicente Herrera.

Los más identificados con Carrasco, como Carlos López Riesco o Raúl Valcarce, son ahora los más preocupados porque ven complicarse sus planes de obtener plaza en el Palacio de los Guzmanes, una para Darío Martínez y otra para el reelegido regidor de Carracedelo.

A un  puesto de diputado aspiran también Ángel Calvo, triunfador nuevamente en Páramo, y el candidato de Bembibre, Jaime González Arias. En medios populares también se especula con los nombres de otros ganadores de las elecciones del pasado 27-M, como el alcalde de Balboa, José Manuel Gutiérrez Monteserín, o el de Folgoso, José Manuel Otero.

Caso aparte es el de José Antonio Velasco, a quien se excluyó de la lista de procuradores para dar cabida a Pedro Muñoz, y que en principio contaba con plaza segura. Para Velasco parecía reservada la vicepresidencia de la Diputación para el Bierzo, pero la dirección regional tiene otra alternativa para él si finalmente se le deja fuera también de este reparto.

Por el contrario, son prácticamente nulas las opciones de repetir de Constantino Valle y de Agustín García Millán, aunque después de lo sucedido en León nadie en el PP se atreve a garantizar que no se contagie al Bierzo el “virus” de la rebelión contra los designios de Isabel Carrasco,