[TRIBUNA] Una docena Imprimir
Viernes 26 de Abril de 2019 09:32

JUAN PEDRO MARTÍNEZ BASTIDA | Hace falta una reforma Constitucional que limite el tiempo de permanencia en los cargos electos en todos los ámbitos, es la única manera de cuidar la salud de la democracia.

Mucho se ha escrito sobre las bondades del multipartidismo frente al bipartidismo, las plumas más ilustres iluminadas por la novedad se han devanado la sesera para tratar de convencernos que el totum revolutum es infinitamente mejor que el rancio bipartidismo, no obstante y a pesar de los esfuerzos, la realidad nos ha mostrado que aquellas virtudes, lejos de perfeccionar la democracia, solo han beneficiado a los que han logrado colocarse entre la casta.

Todos hemos visto que las estrategias de la pluralidad son las mismas que tanto han criticado al bipartidismo, es decir, el principal objetivo es permanecer bajo el paraguas del cargo público, caiga quién caiga y cueste lo que cueste. Precisamente por ese motivo, las iniciativas brillan por su ausencia, la acción de la oposición, lejos de ser constructiva en beneficio de la comunidad, es exclusivamente antagonista a todo lo que proceda del grupo de gobierno, en vez de facilitar el diálogo, lo entorpece multiplicando las ocurrencias que en buena parte de los casos solo buscan un titular.

Por otra parte, es conveniente que prestemos atención a la calidad de la democracia orgánica de esta eclosión de nuevas siglas, en la mayor parte de los casos apenas tienen afiliados, si acaso los necesarios para registrar los estatutos y poco más, carecen por tanto de órganos de control, me atrevería a decir que son partidos unipersonales o, a lo sumo, familiares, sin estructura interna ni soporte social.

Los hay a la izquierda de la izquierda, a la derecha de la derecha y al centro del centro, para todos los gustos, ponen la oreja, escuchan un run, run y fundan el partido del run, run, a ver si suena la flauta. Cada vez se atomizan más y de los partidos de ámbito nacional se está descendiendo a los de ámbitos menores, a una especie de micronesia, que acabará presentando a las municipales a los presidentes de las comunidades de vecinos.

Sin duda esta degeneración tiene una causa: La endogamia dominante en los partidos de ámbito estatal impide participar a todos los que no sean del grupo ejecutivo, que va colocando a sus camarillas con métodos muy poco democráticos, estamos más que hartos de verlo en los últimos tiempos, en la izquierda y en la derecha cuecen habas. Para dar apariencia democrática se han inventado las primarias, controladas por el grupo dirigente, que no son más que puro teatro.

Toda esta exposición viene motivada por las 12 candidaturas que se presentan en Ponferrada a las elecciones de mayo de 2019, ¡una docena! 336 personas se presentan para cubrir las 25 concejalías ponferradinas, en las pasadas elecciones de 2015 ya apuntaban maneras, en aquella ocasión fueron 10.

Hace falta una reforma Constitucional que limite el tiempo de permanencia en los cargos electos en todos los ámbitos, es la única manera de cuidar la salud de la democracia. Todos nos hemos dado cuenta de que los carteles electorales solamente rinden culto a los líderes, ningún espacio queda para las ideas, a lo sumo alguna ocurrencia.

 

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